¿Por qué matan a músicos en México?

El último caso de asesinato a grupos musicales en México es el que ocurrió con el grupo de vallenatos, Kombo Kolombia, quienes fueron masacrados el pasado 24 de enero. Estos crímenes se suman a la larga lista de más de 60 músicos que han sido asesinados en los últimos años en México.

¿Por qué los matan?

Varias investigaciones oficiales apuntan a que los responsables pudieran pertenecer a algún grupo del crimen organizado que buscaba vengarse.

Diecisiete de los dieciocho miembros de la banda vallenatera, entre músicos y personal de apoyo, fueron asesinados tras terminar una presentación privada en el bar ‘La Carreta’, en el poblado de Hidalgo, estado de Nuevo León. Uno de los miembros del Kombo Kolombia logró escapar de sus captores.

Según información divulgada en la página Web de CNN, distintos medios de comunicación locales intentan dar con algunas pistas. Algunos señalan que éste grupo actuaba en muchos locales ubicados en zonas, que se conocen son, controladas por el narcotráfico.

Por ejemplo el Kombo Kolombia se había presentado en el bar ‘La Eternidad’, lugar en el que en enero del 2012, once personas fueron secuestradas y posteriormente asesinadas, en una acción que en ese entonces las autoridades locales atribuyeron al Cártel de Los Zetas.

El grupo vallenatero cantó también en el bar ‘Sabino Gordo’, el mismo lugar donde irrumpió un grupo armado el 8 de julio del 2011 matando a 21 personas. La Secretaria de Defensa atribuyó este hecho al Cártel del Golfo.

En Nuevo León las autoridades reconocen que tanto el Cártel de El Golfo como el de Los Zetas mantienen, desde hace ya algunos años, una cruenta disputa por el control de la plaza y que son los responsables de la ola de violencia que se vive en algunos puntos de ese estado.

¿Pero si el propósito de los asesinatos es la disputa por el control de la plaza, qué papel juegan los músicos en éste caso? La interrogante se multiplica tras varios asesinatos que han impactado al medio artístico nacional (mexicano) y que no termina de ser respondida de manera oficial.

Entre el 2006 y el 2008 más de 13 músicos fueron acribillados a la salida de sus conciertos. Cuatro integrantes del grupo ‘Los Padrinos de la Sierra’ en Durango, cuatro de la ‘Tecno Banda Fugaz’ en Michoacán.

Entre los más conocidos se encuentra el asesinato del popular cantante de los llamados narco-corridos Valentín Elizalde y dos acompañantes, quienes fueron acribillados al finalizar una presentación en la Feria y Exposición de Reynosa. O el caso de Sergio Gómez, fundador y cantante principal del grupo K-Paz de la Sierra, que fue secuestrado tras participar en un baile popular en Michoacán. Su cuerpo tenía huellas de haber sido torturado y fue abandonado en una comunidad cercana a Morelia, la capital de ese estado.

Algo parecido sucedió con Zayda Peña, cantante principal del grupo “Zayda y los Culpables”, quien fue ultimada en el centro hospitalario donde era atendida, tras un ataque armado en un motel de Matamoros, Tamaulipas el 1 de diciembre de 2007.

De acuerdo con Edmundo Pérez, autor del libro ‘Que me entierren con narco-corridos, del 2006 al 2012, más de 60 cantantes del género Grupero, han sido asesinados en México. Y las razones son diversas.

Pérez asegura que al inicio de sus carreras no son pocos los cantantes o grupos, principalmente los de la zona norte del país, que reciben apoyo del crimen organizado. Esto genera una deuda que para saldarla, los músicos, amenizan fiestas de sus patrocinadores y, en algunos casos, componen canciones alusivas a su actividad criminal o en contra de los cárteles rivales.

Al empezar a alcanzar fama y reconocimiento, muchos de los músicos van negándose a continuar con su ‘labor’ a favor de las bandas delictivas, lo que obviamente hace que los ánimos se caldeen y simplemente, los narcos los eliminan, y como dirían, asunto arreglado.

Otro posible móvil de estos crímenes, sostiene Edmundo Pérez, es cuando los músicos se niegan a pagar las extorsiones de las que son objeto por parte de cárteles de la droga, tal y como le sucedió al cantante Sergio Gómez, según concluyeron las autoridades, 4 años después de su muerte.

Para el autor de ‘Que me entierren con narcocorridos’, eso mismo pudo haber pasado con el grupo Kombo Kolombia. Ya que por la forma en que fueron asesinados, podría tratarse de un asunto similar.

Lo cierto es que algo estaba pasando con el grupo vallenatero Kombo Kolombia, si se toma en cuenta lo declarado por la madre de una de las víctimas, a una radioemisora de Monterrey: ‘Mi hijo me dijo que ya no quería seguir en el grupo y que ese sería su último concierto, porque tenía miedo’.

Las especulaciones alrededor de estos hechos execrables continuarán pero quién sabe si en algún momento se llegue a concluir, de manera certera, cuál fue el móvil de todos estos crímenes que azotan a México.

Fuente: El Comercio

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