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Exigen justicia por incendio

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Miles de personas marcharon en silencio este lunes por las calles de Santa María para exigir justicia para los 231 fallecidos en el incendio de una discoteca en esta ciudad del sur de Brasil.

Vestidos de blanco, la manifestación comenzó con una concentración en la céntrica plaza Saldanha Marinho, convocada a través de las redes sociales por estudiantes universitarios.

El recorrido arrancó después de la interpretación del Ave María por un dúo de jóvenes violinistas y de un estruendoso aplauso.

En silencio, los manifestantes caminaron desde la plaza hasta la discoteca Kiss, donde se registró el domingo de madrugada el trágico incendio que dejó 231 muertos y 116 heridos.

Al llegar al establecimiento, cercado por la policía, hicieron un minuto de silencio sentados en el piso, mientras se colaba el llanto desesperado de varios familiares de las víctimas.

Al terminar, soltaron globos blancos y exclamaron: «¡Justicia, justicia, justicia!», antes de continuar su marcha al centro deportivo adonde fueron llevados los cuerpos después del siniestro.

«Yo sé que mi hija no vuelve, pero alguien tiene que pagar por esto», lanzó Jorge Neves, padre de Rafaella, fallecida el domingo.

La noche del domingo en la discoteca Kiss, los músicos lanzaron fuegos artificiales dentro del establecimiento, que a su vez no contaba con los permisos válidos para operar ni tenía un sistema contra incendios.

«Esto es algo que nadie se esperaba que pasara y ahora qué, que se aplique la ley sobre los responsables», exigió Verdiana Graciano, que sostenía una pancarta dedicada a sus amigos Nathy y Alan.

Fallon Sequeira, sostenía junto a su novia una cartulina para dar «fuerza a Bibiani y Rafa», dos amigas que se debaten entre la vida y la muerte tras sobrevivir al incendio.

«Con esta manifestación le decimos al mundo que una discoteca no es solamente un lugar bonito, no, tiene que tener seguridad y exigimos fiscalización y hubiéramos evitado la muerte de estos amigos que completaron una pequeña parte de su vida», dijo Sequeira a la AFP.

La silenciosa marcha siguió con ráfagas de aplausos intercaladas «para agradecer a Dios por los que se quedaron aquí y dar paz a los que están fuera», indicó Nadia Socolot.

«Ustedes no nos ven, ustedes no nos tocan, pero están», recalcaba una gigantesca pancarta en tela dedicada a Marcelo y Leandro, dos de las víctimas del siniestro.

Fuente: El Universo

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