Por: Rodrigo Luna Guevara
A estas alturas la reforma educativa ya está aprobada por más de la mitad de las 32 entidades federativas que conforman la República Mexicana. Sin mucho esfuerzo, y por unanimidad o muy poca contra en la mayor parte de los casos, el documento pasó, se firmó y se regresó al Congreso de la Unión para beneplácito del Sr. Presidente y del Congreso Local que ya podrá votar a favor o en contra, según más le convenga.
Entre tanto la información sigue revuelta, los políticos aseguran que la reforma es estructural y es el cambio que México necesita para crecer y egresar a muchachos con futuro de las escuelas. Por su parte, los maestros no saben bien a donde los está llevando la corriente, pues mientras el gobierno maquilla la constitución, el sindicato mal informa a los docentes en ciertos puntos… y en otros también.
Apenas el lunes pasado estaban corriendo todos los maestros pertenecientes a la sección 50 del SNTE para terminar con la titánica labor de ampararse a tiempo contra la reforma laboral, sí, esa que no les afecta, pero que ahora los líderes aseguran que es para prevenir, ¿prevenir de qué? Pregunto yo.
Y por cierto de acciones únicas de la 50, el amparo no lo llevó a cabo la 21, y eso que ambos secretarios salieron en la tele diciendo que estaban muy unidos, ¿será que al Profr. Casimiro si le explicaron como funcionaria la ley? Mejor no supongo nada y les dejo un par de preguntas respecto al amparo para su reflexión. ¿Qué bufete está llevando los casos? ¿Cuánto se va a cobrar por amparo? ¿Se los van a rebajar a los trabajadores? ¿De a como es la comisión que se queda en $indicato? Digo, una cosa es que las personas actúen en defensa de sus derechos, pero espero que no sean tan inocentes para pensar que algo de semejante magnitud no se concursa o se negocia.
En fin, amparos, amenazas de protestas, discursos llenos de valor, pero estériles, son parte de una cortina de humo que pretende desviar la atención de los maestros ante lo evidente, la reforma ya está, ya es constitucional y a menos que la base despierte, así se va a aquedar. Dicen por ahí que aun falta la reglamentación de la reforma, y que esto generalmente sirve para sacarle la vuelta a la constitución sin modificar la Carta Magna, seguramente, esta herramienta solo servirá para dejar a la Maestra Gordillo en su silla y a sus secretarios mareando a los verdaderos maestros, a esos que si han pasado todos sus años laborales al frente de un grupo, no atrás de un escritorio. Saludos.