El director artístico del Teatro Bolshoi, el bailarín Sergei Filin, fue hospitalizado con graves quemaduras en la cara y los ojos después de que un desconocido lo roció con ácido el jueves en Moscú, un incidente que pone de relieve las luchas internas en el seno del teatro más famoso de Rusia.
«Pensé que iban a dispararme. Me di la vuelta para huir, pero me atrapó y me roció la cara», contó el exbailarín, con la cabeza vendada, a un equipo de la cadena Ren-TV desde su habitación del hospital.
Filin sufre quemaduras de tercer grado y sus ojos están afectados, lo que hace temer que pueda perder la vista, aunque el viernes fue sometido a una intervención quirúrgica para evitarlo.
«Después será trasladado a un hospital militar en Bélgica, para quemados», indicó el director del Bolshoi, Anatoli Iksanov, quien dijo que «no hay ninguna duda de que este ataque está relacionado con su actividad profesional».
La policía moscovita abrió una investigación por lesiones intencionales, y precisó que da prioridad a la pista del móvil profesional. Katerina Novikova, portavoz del Bolshoi, declaró que Sergei Filin había recibido amenazas desde su nombramiento como director artístico del Bolshoi.
«Desde que ocupó el cargo, Sergei estaba amenazado permanentemente y sus predecesores también», dijo a la televisión. «Nunca pensamos que la guerra por los papeles podría llegar a este nivel criminal. Siempre nos pareció que la gente del mundo del teatro tenía un mínimo de moral. Esta historia es terrible», dijo la portavoz del teatro.
Cargo peligroso
Recientemente unos desconocidos rajaron los neumáticos del carro del director artístico, y su correo electrónico y su cuenta en Facebook fueron pirateadas.
El mundo del ballet se mostró «impactado», pero poco sorprendido por este ataque a Filin. «Estamos impactados y estremecidos. Es un crimen salvaje», declaró la bailarina estrella del Bolshoi, Svetlana Zajarova y Boris Akimov, exdirector artístico del teatro, subrayó que este puesto era «difícil».
«El director artístico toma decisiones muy importantes sobre el salario de los artistas, sobre quién interpretará cada papel», declaró a la emisora de radio Eco de Moscú la exbailarina del Bolshoi Anastasia Volochkova que subrayó la «crueldad del mundo del ballet». «Hay una lucha terrible por los papeles, por un ascenso», explicó.
El coreógrafo Alexei Ratmanski, exdirector artístico del Teatro Bolshoi, consideró que el ataque «no era una casualidad», teniendo en cuenta las prácticas que se conocen en el gremio.
Ratmanski criticó especialmente la «práctica repugnante de los aplausos pagados, los traficantes y revendedores de entradas, los fans medio locos dispuestos a saltar al cuello de los rivales de sus ídolos».
La causa de todo esto es la desaparición, de manera progresiva, de la ética en el teatro, añadió el artista.
Sin embargo, el historiador del ballet, Vadim Gaievski, recordó que las intimidaciones no eran una novedad en el Teatro Bolshoi y explicó que, en la época soviética, la famosa bailarina Galina Ulanova recibió una carta en la que la amenazaban con romperle las piernas.
Un cargo importante en Rusia
Sergei Filin, de 42 años, fue uno de los bailarines estrella en el Bolshoi desde 1998 antes de convertirse, en el 2008, en el director artístico de otro teatro musical moscovita, el Stanislavski y Nemirovich-Danchenko, al que convirtió en uno de los escenarios más prestigiosos de Rusia de la actualidad.
En marzo del 2011, este padre de tres hijos sustituyó en el cargo de director artístico del Bolshoi a Yuri Burlaka. Otro candidato a este importante puesto, Guennadi Yanin, director del ballet, renunció y dimitió del Teatro Bolshoi luego de la difusión en Internet de fotografías pornográficas.
Fuente: El Tiempo