Por: Omar Elí Robles
No estoy seguro de que a la Alcaldesa de Monterrey le interese o no ser candidata a la Gubernatura de Nuevo León…
Pero hay una verdad de a kilo: Si el PAN quiere la gubernatura, tendrá que llegar con Margarita fortalecida.
Es decir, otra administración nefanda como la de Larrazábal, y se acabó.
Entonces, en medio de un ambiente de competencia, tendrían que dejar de lado el anular a la alcaldesa, para arroparla… para cuidarla y para evitar la filtración de grillas en su contra.
La situación que afrontan, aparentemente positiva, va a palidecer… el PAN como marca empieza a perder y a perder.
Su miserable actitud ante el presupuesto con aumento a los derechos de refrendo vehicular, más allá de la tenencia… el aumento salvaje a las cuotas por registro en el Público de la Propiedad… todo eso, los deja en calidad de inútiles.
¿Quién le va a hacer caso a las promesas de un partido que en los hechos desmiente sus buenas intenciones?
Adentro siguen peleando, y eso no es lo que determina la victoria o la derrota electoral.
Afuera se gana con votos ciudadanos, y 11 mil panistas militantes no son suficientes para cambiar un sentido de preferencias ciudadanas.
De esta manera, el único buque insignia salvable, el que puede mostrar a un PAN diferente, está en manos de Margarita Arellanes.
Los temas recientes de medicamentos y del bróker, tienen que pasar de inmediato a segundo plano… presentar una solución… que aparezca Goyo Hurtado y que Margarita salga nada más a las buenas.
Si Margarita no se cuida a sí misma… si no la cuidan sus compañeros de partido, el PAN se acabó para el 2015.
No se engañen…
No creo que se les atraviese otro Felipe Enríquez, repelente al voto, como adversario.