Por: Obed Campos
Sonó un teléfono de las oficinas del Palacio Municipal de Apodaca. Buscaban al alcalde Raymundo Flores Elizondo de parte nada más y nada menos que de un tal Carlos Slim Domit, hijo del magnate Carlos Slim Helú, el mexicano más rico del mundo…
Aparte de las cortesías y los protocolos en las salutaciones por las fechas, Slim Domit le pidió al munícipe un favor.
No sé si Flores Elizondo le dijo si sí o si no, pero el potentado le pidió que considerara a Gloria Concepción Treviño Salazar, ex tesorera en la administración pasada, para algún cargo en el municipio.
Los mortales que no sabemos de qué se tratan esos tejes manejes, nos podemos quedar con cara de What? Pero los que sí saben de política explican que en la grilla hay que estar en el mejor lugar y en el mejor momento:
Y es que resulta que Benito Caballero Garza, el antecesor en la Presidencia Municipal de Raymundo, se la jugó e intentó a toda costa para que Gloria lo sucediera. Tanto, que causó una convulsión política en Apodaca y salió por la puerta trasera a la hora de tomar la candidatura chapulina que ahora lo tiene en el Congreso de la Unión cobrando como diputado federal.
Y claro que está en el mejor momento y en el mejor lugar, mire si no: ahora que se volvió capitalino light, Benito vive en un condominio que es parte de un lujoso edificio en Polanco, propiedad, adivine usted de quién.
Pues de Carlos Slim Domit, quien también habita en ese inmueble, claro que unos pisos más arriba…
Súmele usted, aparte de la vecindad, que casualmente Caballero Garza es parte importante de la Comisión de Ciencia y Tecnología del Congreso, que mucho tiene que ver con los desarrollos de las comunicaciones, la telefonía y la Internet y cabildeadas más, cabildeadas menos…
Pues el resultado es esa llamada de recomendación para la ex tesorera, de quien Benito nunca ocultó su favoritismo en lo político y en lo personal.
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