Por: Oscar Tamez
El asunto de la reforma educativa revivió con el regreso a clases. En las escuelas las estructuras sindicales informaron a las bases sobre lo aprobado por los legisladores federales. Basta charlar con algún docente para saber que hay irritación por lo legislado. Hace días tuve la oportunidad de charlar con una docente de Oaxaca, por su conversación conocí de su labor igual de profesional que miles de docentes en Nuevo León. Vaya, en aquel estado, los profesores laboran extraturno durante todo el ciclo escolar para cubrir los contenidos programáticos, que sus pésimos resultados en las pruebas internacionales derivan de que se les evalúa en cero y no como «no presentó»; esto es muy distinto a decir que están en condición de reprobados. Apenas despierta el monstruo multicabezas, lo peor de todo es que quien cobra fuerza es a quien pretendían debilitar. Claro que se puede repetir la historia de que al vigorizar el músculo, la estructura sindical, negocie en lo cortito y entregue a su base. Puede que en este juego, como en la perinola, los profes terminen poniendo todo.
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