La Iglesia Católica dio el primer paso en la vía de la eventual santificación del papa Pablo VI, quien fue sumo pontífice desde 1963 a 1978. El actual papa reconoció que quien lo antecedió décadas atrás tenía «virtudes heroicas» y lo declaró a través de un comunicado «venerable», requisito previo a la declaración de santidad.
El segundo paso es la beatificación, que solo se logra si puede atribuírsele a la persona en cuestión al menos un milagro. A eso le sigue la canonización o santificación.
Pablo VI es recordado por haber logrado llevar a buen puerto el Segundo Concilio Vaticano, inaugurado en 1962 por su antecesor, Juan XXIII.
Benedicto XVI también aprobó ayer el decreto que reconoce el martirio de otros 34 religiosos españoles asesinados durante la Guerra Civil española (1936-39), con lo que también serán beatificados.
Fuente: La Voz de Galicia