Aviones del régimen sirio bombardearon este domingo, por primera vez en 21 meses de conflicto, un campo de refugiados palestinos en el sur de Damasco, causando entre ocho y 25 muertos, mientras prosiguen los combates en la periferia de la capital y Alepo.
Según activistas, al menos ocho personas murieron cuando un cohete cayó en una mezquita en el campamento de Yarmouk, a donde se refugiaban civiles sirios, mientras el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) precisó que fueron 25 los fallecidos.
El OSDH explicó que aviones del Ejército del presidente Bashar al-Assad también lanzaron ataques contra los alrededores del hospital Al Basel y el barrio de Al Yayuna, ubicados en el campamento de refugiados de Yarmouk.
Sin embargo, precisó que la mayor parte de las víctimas mortales fallecieron durante los bombardeos que tuvieron como objetivo la mezquita de Abdel Qader al Huseini y el colegio de Faluyeh, en el campamento de Yarmouk, donde habitan miles de refugiados palestinos.
El presidente palestino Mahmoud Abbas pidió el cese inmediato de este tipo de bombardeos.
«Hacemos un llamado a todas las partes en el conflicto de Siria a preservar la vida de los palestinos y sus campamentos en Siria», dijo Abbas en un comunicado difundido por la agencia palestina de noticias Wafa.
Otras zonas de la periferia de Damasco también fueron atacadas o son escenario de combates entre las fuerzas leales al régimen sirio y los rebeldes.
Aviones de combate sirios bombardearon posiciones rebeldes en los distritos de Daraya, Harastam Erbine, Al-Hajar al-Aswad y Assali, escenario de intensos enfrentamientos entre las tropas y los rebeldes, reportó la Comisión General de la Revolución Siria (CGRS).
«El ejército siente que tiene que intensificar su campaña para reprimir la insurgencia en el sur de Damasco, y que no puede luchar contra los rebeldes sin recurrir a la fuerza aérea», dijo el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.
El secretario general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Anders Fogh Rasmussen, advirtió la semana pasada que está cerca el colapso del régimen sirio, mientras Francia llamó a «hacer que al-Assad se vaya lo más rápidamente posible».
Estados Unidos consideró que el régimen de al-Assad está «cada vez más desesperado», en tanto Rusia reconoció que los rebeldes podrían ganar el conflicto.
Este domingo, el canciller iraní Ali Akbar Salehi advirtió que su gobierno no permitirá que tenga éxito «el guión de Occidente para Siria» y que impedirá que sea derrocado el régimen de al-Assad.
Salehi condenó el apoyo que algunos países occidentales, en especial Estados Unidos, Francia y Reino Unido, brindan a los rebeldes sirios, calificándolo como una «flagrante violación de los valores celestiales y terrenales».
El jefe de la diplomacia iraní insistió en la necesidad de cesar la matanza de civiles indefensos a manos de grupos terroristas armados, como el régimen sirio denomina a los rebeldes, así como de hallar una solución política al conflicto.
Fuente: Crónica