Una noticia que parece repetirse. Al menos 27 personas, incluidos 18 niños, perecieron el viernes durante un tiroteo en una escuela primaria en Connecticut, dijo un funcionario con conocimiento de la tragedia.
El funcionario solicitó permanecer en el anonimato porque la investigación está en curso.
El tiroteo ocasionó que numerosos alumnos salieran huyendo despavoridos hacia un estacionamiento de la Escuela Primaria Sandy Hook, en Newtown.
El atacante murió y aparentemente portaba dos pistolas, dijo otra persona enterada de la situación, quien también solicitó el anonimato, por la misma razón.
La oficina del inspector escolar informó que se ordenó el cierre de las instituciones educativas en Newtown. Los colegios en los poblados vecinos también fueron asegurados por precaución. La escuela se encuentra unos 97 kilómetros (60 millas) al noreste de la ciudad de Nueva York.
La policía estatal informó que recibió una llamada de las autoridades de Connecticut, para reportar el ataque, aproximadamente a las 9:40 de la mañana (hora local). Un equipo de elite de la policía se unió a numerosos agentes que acudieron a la institución.
Fotografías del lugar mostraron a varios niños, algunos de los cuales lloraban aterrorizados, mientras algunos adultos los escoltaban hacia el estacionamiento, formados en fila y con una mano colocada en el hombro del compañero que iba adelante.
Stephen Delgiadice informó que su hija de ochos años escuchó dos estallidos fuertes y los profesores le ordenaron meterse a una esquina. La niña está bien.
«Es alarmante, especialmente en Newtown, Connecticut, que siempre se creía era el lugar más seguro de Estados Unidos», dijo.
Un despachador del Cuerpo de Ambulancias Voluntarias de Newtown informó que un maestro recibió un disparo en el pie y fue trasladado al Hospital Danbury. Andrea Rynn, vocera del centro médico, dijo que tenían a tres pacientes de la escuela pero no dio detalles sobre la extensión o naturaleza de sus lesiones.
Mergim Bajraliu, de 17 años, escuchó el eco de los disparos en su casa y corrió a la escuela donde estaba su hermana de nueve años. Agregó que su hermana, que estaba bien, alcanzó a escuchar un grito por el intercomunicador. El joven agregó que los profesores estaban temblorosos y llorando cuando salían del edificio.
«Todos estaban simplemente traumatizados», dijo.
El presidente Barack Obama ya fue informado sobre el tiroteo, informó la Casa Blanca.
Desafortunadamente, este tipo de tragedias en escuelas y lugares públicos en Estados Unidos son frecuentes.
El martes, tres personas murieron -entre ellas el atacante- y una resultó herida en un tiroteo que sembró el pánico en un centro comercial en Oregon, en el noroeste del país.
En octubre, un hombre que luego se suicidó dejó tres muertos y cuatro heridos en un tiroteo en un centro de estética de una superficie comercial de Wisconsin (centro-norte de Estados Unidos).
En julio de este año, un joven mató a 12 personas e hirió a 58 al abrir fuego contra una sala de cine en la que se estrenaba la última entrega de Batman en la localidad de Aurora, Colorado (centro).
Fuente: Los Andes
