El nuevo presidente del PRI, César Camacho Quiroz, habló de llevar a cabo una transformación para el partido, al indicar que la recuperación de la Presidencia de la República les impone el desafío de replantear su papel.
La renovación de la dirigencia del PRI fue total. El Consejo Político Nacional no sólo designó a Camacho Quiroz como presidente interino, también aceptó la renuncia de Cristina Díaz a la Secretaría General, lo que dio paso a la llegada de la exgobernadora de Yucatán, Ivonne Ortega. La única convocatoria emitida en la víspera por el PRI era para la renovación de la dirigencia, más no para la Secretaria General. Pero ahí mismo, tras la toma de protesta de Camacho Quiroz y la renuncia de Díaz, el Consejo emitió una convocatoria -vía fast track-, se registró Ivonne Ortega, y rindió protesta ante el pleno.
Camacho Quiroz y Ortega Pacheco -ambos cercanos a Enrique Peña Nieto- llegan a la dirigencia en sustitución de la mancuerna Humberto Moreira-Cristina Díaz. El primero renunció en diciembre del 2011, en medio de la polémica por la deuda de Coahuila, y la segunda -ahora Senadora- lo hizo ayer ante el órgano interno del PRI.
Tras rendir protesta, César Camacho -exgobernador del Estado de México y que venía encabezando la Fundación Colosio- cuestionó en su discurso los gobiernos de Acción Nacional. So pretexto de un gobierno dividido -dijo el nuevo líder del PRI-, padecimos un gobierno detenido; no supieron, y a veces no quisieron gobernar; fueron alternancia sin alternativa y el saldo es la decepción, destacó.
El Presidente interino del PRI sostuvo que la recuperación de la Primera Magistratura les impone el desafío de replantear su papel, para seguir siendo -comentó Camacho- el partido que mejor refleje las demandas ciudadanas, que las centre y las equilibre.
Camacho propuso acudir a su próxima XXI Asamblea para transformar al PRI, y ello a través de las voces de la militancia, las organizaciones y la sociedad, indicó.
César Camacho e Ivonne Ortega fueron designados para cumplir con el periodo, es decir, hasta el 4 de marzo del 2015.
Fuente: El Economista