Oziel Salinas H.
Quienes ahora son los pioneros en MORENA – un Partido Político en ciernes – representan a la izquierda radical, peleonera, con dotes de anarquismo.
Basan sus acciones políticas en el odio, la intemperancia, el desatino y ese afán de negar todo lo que emana de otras fuerzas políticas, igualmente valederas que la suya.
Tratan de administrar su credo con acciones mediáticas, como eso de aparecer en la Asamblea Legislativa, en sesión solemne, portando guayabera. Así se presentó Anaya, ese millonario bastardo que maneja el Partido del Trabajo; su actitud es, además de vergonzante, propia de un desubicado chantajista y no de un legislador que debiera respetar a sus colegas
Nada pierde el que respeta, por contrario, quien respeta a los demás, merece ser respetado.
El Congreso es cosa seria y no tomarlo como una oportunidad de esparcirse por los medios, a quienes ven como escaparate de una escenografía pasada de moda, caduca, en vías de extinción.
Aferrados con terquedad inusitada y vacua, se tiran a lo hondo sin salvavidas, como el Diputado Monreal, quien no midió sus palabras cuando dijo en su discurso previo a la Toma de Protesta del Primer Magistrado: “afuera hay un muerto; el primero del Gobierno Represor que hoy inicia” (SIC)
Inmediatamente algunos diputados del PRI procedieron a descalificarlo, ya que estaban convencidos que ese trágico suceso no fue cierto.
Tres días después, Monreal subió a la Tribuna para ofrecer una disculpa por haber asegurado tan trágico suceso, aunque mordiéndose los labios, se notaba que eso – lo de no haberse presentado un muerto – era lo que más le preocupaba y dolía.
El 3 de Diciembre, el IFE declaró que no había encontrado nada ilegal en el famoso caso del monedero electrónico “Monex” y las tarjetas de descuento de la “Tienda Soriana”; dos grandes fracasos a quien espera siempre golpes mediáticos para elevar su sempiterna protesta colmada de improperios y mentiras. Eso, naturalmente, le debe doler.
En su innata desesperación se van distanciando de la población esas desatinadas, desencantadas izquierdas que medran con los dineros del pueblo para seguir en su alocada carrera por poner en la Silla Presidencial a un devaluado gurú tabasqueño que amenaza con otros seis años de campaña.
La actitud eminentemente equivocada del claque mayor de AMLO, demuestra que en las “izquierdas” pululan algunos que piensan sólo en que le vaya mal al nuevo Presidente Peña Nieto y con ello a México; esa es su superior premisa, su original propuesta, su gran sueño y su implacable deseo de que fracase una persona a quien odian de todo corazón, simplemente porque les ganó en una contienda electoral ejemplar.
Dichas acciones nos demuestran que esos desquiciados anarquistas apuestan al mal Gobierno para hacerse de prestigio; dura y difícil de probar su exasperante consideración.
Mientras tanto, el Presidente Peña Nieto empieza a notarse con propuestas de desarrollo, al tiempo que firma un Pacto por México junto a las tres fuerzas políticas del país; un pacto que contiene 95 tareas de Gobierno en las que están de acuerdo dichos organismos políticos.
AMLO, en su intolerante odio, lo bautizó como “Pacto de la Deshonra” (SIC)
Se inicia una nueva era de acuerdos, concertaciones, planes y cumplimientos; dura tarea, pero bien documentada. Tengo esperanza en que así suceda. ¡Vale!