Por: Miguel Treviño Rábago
EL REFRÁN popular es sabiduría pura: No hay fecha que no se llegue, ni plazo que no se cumpla. Por eso les tengo dos noticias a mis estimados lectores (as) una buena y una mala. La buena es que terminó el sexenio de la muerte de Felipe Calderón. La mala es que regresaron los priístas a la Presidencia de México con Enrique Peña Nieto, un hombre que no puede recordar los títulos de tres libros que haya leído, el nombre de la enfermedad que provocó la muerte de su esposa y el precio del kilo de tortillas, alimento básico de nosotros los «proles» como nos califica despectivamente una de sus hijas. Detalles significativos que en otro país, lo hubieran borrado del mundo político. En México, no fue así, millones votaron por un analfabeta funcional y lo convirtieron en Presidente. Ya veremos las consecuencias más adelante.
CUANDO FELIPE Calderón decidió en forma unipersonal desatar una guerra contra los poderosos señores del narco y lanzar a las fuerzas armadas contra ellos, era lógico pensar que el baño de sangre iba a ser impresionante. Miles de jóvenes sin educación, sin oportunidades y sin futuro se involucraron en las filas de la delincuencia para obtener dinero fácil y rápido y terminaron muertos en las calles de todo el país. La cifras varían entre los 80 mil y los 100 mil muertos. La voz popular proclama: «Siembra vientos y cosecharás tempestades» y los resultados están a la vista. Por eso, resulta absurdo que apenas inicia su gobierno Peña Nieto ya proclama a los 4 vientos que las tropas permanecerán en las calles. O séase en buen romance: Más de lo mismo, más violencia, más sangre. Obviamente con el patrocinio garantizado de los Estados Unidos. ¿ Y entonces dónde queda el nuevo PRI y su nuevo Presidente ?….Tal vez sea parte de lo mismo: la falta -otra vez- de una estrategia y de nuevas políticas públicas. ¿ O será falta de cerebros ?…
LOS «EJES» que pomposamente anuncia Peña Nieto dicen todo sin decir nada: «Alcanzar la Paz» o séase que se reconoce que estamos inmersos en una guerra sangrienta. Pero de entrada, el primer mensaje que nos envía el gobierno priísta de Peña Nieto, es la continuación de la misma guerra «calderónica», al anunciar que las tropas continuarán desarrollando actividades policíaco-militares. Y aquí habría que preguntar si Peña tiene una idea clara de cómo va enfrentar a los grandes y poderosos «jefes» o ésta declaración sigue las indicaciones de Washington que descaradamente aplica su intervencionismo en México sin el menor recato, ni respeto a la soberanía nacional violentada salvajemente en los gobiernos de Fox y Calderón. O sea obedecieron y se fueron.
«COMBATIR LA IMPUNIDAD» apunta Peña Nieto. ¿ La impunidad de quién ? Sin dar nombres lanza la amenaza, pero toda la clase política se ve entre sí preguntando a quién se refiere. Hay muchos y muchas panistas que merecen ser llevados ante los tribunales por todos los desmanes cometidos. Pero también hay muchos priístas y perredistas que merecen ser llevados ante la justicia. ¿ Por dónde comenzará el ajusticiamiento ? Los delitos cometidos por funcionarios de todos los partidos van desde el asesinato, el secuestro, la violación de derechos humanos, la desaparición de personas, el saqueo de las arcas públicas, los abusos de poder, el enriquecimiento inexplicable, sus nexos con la delincuencia, las agresiones a periodistas, el peculado, etc; etc; Salinas, Zedillo, Fox y Calderón serían buenos candidatos para dar un ejemplo al país, de que la impunidad ya no se va a tolerar. Pero…..
SI SABEMOS que dentro del Poder Judicial desde hace sexenios impera la corrupción, bueno sería que Peña Nieto, el nuevo Presidente priísta, explique a la nación que significa la expresión «que prevalezca la justicia». Esta frase es de las que se apuntaron dentro de los «ejes» del nuevo gobierno. Si los Penales de todo México están reventando con miles de personas privadas de su libertad y en los juzgados de todos los niveles priva una nauseabunda corrupción, sería bueno que Peña explique a la Nación, cómo es que pretende sanear todo el sistema judicial mexicano para que brille «el imperio de la ley». La sabiduría popular o entre los «proles» sabemos que las escaleras se barren de arriba para abajo, luego entonces por dónde empezará Peña Nieto para desinfectar el Poder Judicial en México.
PEÑA APUNTA, «se combatirá la pobreza y la desigualdad». Bonita frase. Claro la hemos escuchado gobierno tras gobierno. Pero cada sexenio tenemos más millones de mexicanos en pobreza y en extrema pobreza. Si las estadísticas no mienten, y tenemos conservadoramente 50 millones de pobres en México, cuál es la propuesta de Peña para sacarlos de pobres. Si los de clase media ya empiezan a aceptar que son «pobretones» aunque presumidos, qué pueden decir los que sobreviven diariamente en medio de groseras demostraciones de una minoría que apenas llega al 5 por ciento y que es dueña de la riqueza nacional y que la presumen en los medios nacionales y extranjeros. Y es que las migajas que caen de los manteles de los poderosos no alcanzan para el proletariado nacional.
EN UN TERCER «eje» de gobierno, Peña Nieto se pronuncia por una «Educación de calidad». Sólo que gobiernos priístas, panistas y perredistas siempre han intercambiado millones de votos a cambio del apoyo del Sindicato Nacional de los Trabajadores de la Educación cuya patrona es Elba Esther Gordillo que llegó al control de esa poderosa organización por la voluntad sacrosanta nada más y nada menos de Carlos Salinas de Gortari. Y si es como se dice, que Salinas es la mano que mueve los hilos del nuevo gobernante de México, habrá que esperar a ver si se «sacrifica» a la señora de los «brillantes» para que sirva de escarmiento nacional a la clase política y a los eternos y corruptos líderes de todas las organizaciones sindicales. Lo cierto es que la «calidad» de la educación es responsabilidad del Gobierno en turno, y si por conveniencia política han dejado que se degrade, son los mismos gobernantes los que han tolerado los desmanes de la todopoderosa «Maestra» a quién, por cierto, lo único que le interesa es el control político y económico del gremio. ¿ Peña va a ordenar el desmantelamiento del SNTE ? Veremos y opinaremos.
EN EL PAPEL se lee bonito: Programas de producción, crecimiento económico, incremento de la inversión. Son apuntes del cuarto «Eje» que promete Peña Nieto. ¿ Y cuáles son los mecanismos que se van a implementar para lograr todo esto ? Porque una cosa es cierta: Peña no es mago y México no se transforma con magia de la noche a la mañana. Recordemos que Calderón ahora simplemente Felipe, arrancó su gobierno proclamándose «el presidente del empleo» y terminó el sexenio con millones de mexicanos insertados en el comercio informal o sea el ambulantaje, «ninis» al por mayor, ejércitos de jóvenes delincuentes, legiones de desempleados, miles de «liquidados» por haberles destruído sus fuentes de trabajo, universidades sin cupo para cubrir la demanda estudiantil, masiva búsqueda de empleos en los Estados Unidos sin documentación migratoria en regla, etc;etc. ¿ Cuáles son las planes de Peña para resolver el gravísimo problema que se sintetiza en «tener trabajo digno en México para cada mexicano y mexicana para que coma su familia». El refrán es contundente: «Hechos son amores y no buenas razones». Y es que los planes en el papel no pasan de ser eso…planes. Son como las actas de matrimonio: El papel no hace buenos esposos, ni buenas esposas. Allí no hay garantías de nada.
LA CEREZA del pastel de Peña Nieto es el proyectado quinto «Eje»: «Un México con responsabilidad global» (?) ¡¡Wooowww !! Nos vamos a la competencia global. Nos vienen guangos los chinos, los norteamericanos, los japoneses, los taiwaneses, etc; Con Peña Nieto -según los priístas-. nos trepamos de un jalón al primer mundo. Y si bien en cierto que tenemos todavía gravísimos problemas que resolver en México, pues llama la atención que se nos quiera colocar en planos internacionales para cumplir con responsabilidades que asumen otras potencias mundiales porque sus economías gozan de cabal salud. Peña Nieto y su gobierno necesitan primero atender la seguridad de los mexicanos, su bienestar físico, mental y económico, superar el rezago educativo, sanear los cuerpos policíacos, meter al orden a los Gobernadores flojonazos, ineptos y ladrones y sobre todo, fortalecer la democracia para que lleguen los mejores políticos a los puestos de elección popular. Las candidaturas ciudadanas serán veneno para la partidocracia que ignora a sus militantes.
PODEMOS HABLAR de mil acciones más que tengo en mente y que son temas nacionales, pero hay cosas fundamentales en los que Peña Nieto debe enviar pero ya, señales de que los cambios y la renovación política va en serio. El oropel no sirve para nada. Además sale muy caro y dura muy poco. Si en los primeros meses de gobierno, Peña no actúa rápido para tomar con firmeza las riendas del poder, la historia inevitablemente se repetirá: Todo cambió, para que no cambiara nada. Y todo en México seguirá igual, pero ahora al estilo priísta. O lo que es lo mismo: el regreso al pasado con todo su autoritarismo, vicios, corruptelas, transas y demás linduras. Vamos a ver si Peña Nieto logra sacudirse el negro pasado del PRI desgastado y desprestigiado. Mi lema mientras tanto es: Ver para creer o lo que es lo mismo, hechos, no promesas.
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