Oziel Salinas H.
AMLO va descendiendo puntos de aceptación ciudadana; ha entrado en caída libre debido a su terquedad en buscar el poder descalificando a todo lo que se le opone, instituciones o ciudadanos.
Mientras se desarrollaba la Toma de Protesta del Presidente Peña Nieto, aparecieron grupos inconformes con su nombramiento, calificado como “una imposición”.
Los ex chavos del movimiento #yosoy132 habían pronosticado protestar en los alrededores del Recinto Legislativo.
Tienen el derecho a manifestarse, sin embargo, sus actitudes de repudio fueron subiendo de tono, se desbordó la violencia, dando paso a una anarquía inusitada y destructiva.
La chusma enfurecida e irresponsable atacó violentamente a los contingentes policíacos, quienes se dedicaron a tratar que no pasaran las vallas protectoras.
Arremetieron contra las vallas sembradas para contener el desorden, agredieron a la Policía Federal y Local; los atacaron con cohetones y bombas molotov; veinte policías resultaron heridos.
No surgió una voz, desde el campo de las izquierdas, que pidiera calmar tales acciones de vandalismo; el resultado fue: cinco heridos de parte de los manifestantes y veinte de los policías que se limitaron a contener la furia desbordada de los atacantes,
La sempiterna inconformidad de AMLO ha creado una peligrosa forma de manifestarse; se trató de boicotear una ceremonia que significa mucho para las instituciones nacionales, sin embargo, los crecidos inconformes sembraron pánico en el D.F.
El “Peje” estaba en su acostumbrado mitin diario; al saber de éstos acontecimientos, agrandados por sus correligionarios y transportados a una supuesta agresión de parte de la Policía, se alcanzó la puntada de exigir la renuncia “del Secretario de Gobierno, Chong y del Director de la Policía Federal, Mondragón” (sic) El vandalismo y la sinrazón prevalecieron ante ésta andanada de búfalos incendiarios. Previamente, en la Tribuna de la Cámara, ante el Congreso en Pleno, el “doctor” Monreal recriminaba: “es la primera víctima del Gobierno represor que hoy se inicia” (sic)
En los enfrentamientos callejeros que estaban entonces en su apogeo, no había sucedido esto.
Nunca hemos oído una sola frase para contener la desbordada furia de los inconformes.
El señorito Ebrard, ante las maldades ejercidas en las calles de la capital, declaró su repudio a éstos hechos y anunció que hay 95 detenidos, doce de ellos mujeres, agregando que serán consignados por delitos graves a personas y locales comerciales.
AMLO insiste en que no fomenta la violencia, sin embargo, sus palabras de torpe e indiscriminado odio hacia las instituciones, han cosechado éste tipo de tempestades que rebasan la sana convivencia ciudadana. Ésta violencia estuvo perfectamente organizada El anarquismo resurge repentinamente entre las huestes “lopezobredoristas”; ahí tenemos la prueba; no podríamos esperar lo contrario ante una persona que constantemente azuza a las masas; sus palabras han tenido eco entre quienes hacen de la violencia una religión.
Esos “estudiantes” que apoyan a AMLO tuvieron participación en esos lamentables hechos, lo que hace de su movimiento un órgano emisor de tropelías; lo vimos desde la Campaña, cuando golpeaban la camioneta que llevaba al entonces Candidato del PRI, insultándolo.
Se debe usar la fuerza moral y material de las autoridades, para poner orden, hacer que se respeten nuestras leyes; que sepan éstos provocadores que hay una autoridad que los castigará por sus desmanes. Los delincuentes deben ser sancionados conforme a sus delitos.
