En la ciudad de Tampico, el bullying escolar cobró una víctima, un menor de 13 años de edad presuntamente perdió la vida, como consecuencia de lesiones provocadas por compañeros.
El estudiante de 13 años de edad, inscrito en la Secundaria Federal Número 5 «Carolina Balboa Gojón», de la colonia Morelos respondía al nombre de Jonathan Isaac Mares Castillo.
Información proporcionada por el padre del menor, Fernando Alberto Mares Pérez, señala que su hijo sufrió agresiones tipificadas como bullying en la institución en la que estudiaba, hechos suscitados el pasado 15 de noviembre.
El alumno fue víctima de una «plancha masiva» o también conocida como «bolita» en la que los estudiantes se dejan caer uno sobre otro, cargando todo el peso corporal en la persona que queda abajo. Como consecuencia de esto sufrió una fractura en el codo derecho, motivo por el cual, el día 20 fue necesario su traslado al Hospital General Doctor Carlos Canseco, de Tampico.
Ya en el nosocomio, su salud se complicó, sufrió insuficiencia respiratoria, resultado de las lesiones en un pulmón que resultó dañado y no se habían dado cuenta las autoridades de salud ni los padres de familia.
Con la muerte del estudiante que tenía un hermano gemelo, se informó a la Policía Ministerial, quienes comenzaron las investigaciones pertinentes a petición del agente cuarto del Ministerio Publico Investigador, Norma Barrientos.
Se ordenó realizar la necropsia de Ley para deslindar responsabilidades y determinar si el fallecimiento fue consecuencia de bullying.
El hermano del estudiante muerto, Jonathan dio a conocer que en esa institución educativa, convive un grupo de alumnos que llevan de manera común estas prácticas con los estudiantes, lo que provoca estos lamentables sucesos.
En tanto el director de la Secundaria Federal Número 5, Jorge Morales Moreno desestimó la información y dijo que esperarán los resultados de la autopsia.
Agustín de la Huerta Mejía, delegado de la SEP en Tamaulipas lamentó el fallecimiento del estudiante y se pronunció a favor de la investigación a fondo de este suceso.
«Es un tema complicado porque cuando quieres sancionar, el victimario se convierte en víctima. Si la autoridad actúa se convierte en represor, si no actúa es cómplice por su actitud permisiva», indicó.
Agregó que la solución a mediano y largo plazo es fomentar valores, que coadyuven en modificar la cultura social que emana de familias permisivas que solo reclaman y exigen acciones cuando les toca ser las víctimas.
«Es una pena que esas cosas sucedan, siempre que se pierde una vida es algo doloroso y más si es un menor de edad, pero que habría que esperar los resultados que de la autoridad forense para determinar si existió bullying contra el adolescente y si fue causa de la muerte del menor», subrayó.
Por parte de la Secretaría de Educación en el estado, se dijo que se descarta que haya sucedido en la institución, pero se investiga si fue un conflicto con otros jóvenes en un lugar ajeno al plantel educativo.
Fuente: Excélsior