Oziel Salinas H.
El 20 de Noviembre celebramos el día conmemorativo al inicio de nuestra Revolución Social de 1910.
Ese día ha servido a AMLO como pretexto adicional para reafirmar sus actos de rebeldía y descalificación de nuestras instituciones.
Hubo algunas celebraciones que apenas se notaron debido al poco interés de los poderosos, quienes llegaron en el 2000 al poder (para no poder). No sentían la celebración como suya.
Lo hicieron porque reconocen el triunfo de Madero en las urnas como la primera manifestación de voluntad popular para escoger a sus gobernantes.
Su llegada se debió a “las únicas elecciones democráticas del Siglo pasado”; por ello, hicieron suya esa figura paradigmática y débil.
Para ellos, ningún otro cuadro de la Revolución es digno de elogio.
Simplemente, pasaron el día en compromisos aceptados para cubrir el expediente.
Sin embargo, el desfile deportivo fue olvidado el año pasado debido a la euforia bélica de Calderón, quien lo hizo con elementos del Ejército, su único sostén físico e ideológico.
Andresito cita a su “membrecía” para una asamblea donde erigirá su nuevo juguetito (léase Partido Político); ese molesto cadillo que no podemos sustraer de nuestra vida debido a su histrionismo desbordado; debemos tragárnoslo a fuerza de “periodicazos y telecabronazos” por sus constantes proclamas para negar, descalificar y denostar – en forma constante – nuestra democracia.
Es un consumado destrozador de instituciones probadas por su eficacia, normatividad, equidad, transparencia, neutralidad, trabajo y honestidad; aunque éste último calificativo lo ha hecho suyo.
Al parecer goza en ello, de ahí su proclividad a atacar sin tregua a personajes que trabajan en ellas.
No falta celebración que éste gurú no aproveche para desarrollar su particular culto a su personalidad. Esa fecha la usó como temido “coco”; los gobernantes del PAN temían no poder hacer éstas celebraciones porque “Su Majestad, el Peje” amenazaba con boicotearlas.
Recordemos que ésta fecha fue usada para su Protesta como “Presidente Legítimo” hace seis años.
Ahora pretende celebrar el nacimiento de su Partido político: MORENA; lo que no sabemos es si lo hará, como acostumbra, en el zócalo capitalino, lo que nos obligaría a aplazar nuestra tradicional forma de celebrar tan importante aniversario.
Celebro que, cuando menos en los próximos seis años, no volveremos ni a temer la celebración ni a soslayarla cobardemente, como ha sucedido en los dos sexenios anteriores.
