Por: Omar Elí Robles
Rodrigo Medina no le sabe, ni le sabrá, al tema de la seguridad pública…
Nomás a él se le podía ocurrir, en el momento más crítico, poner a un cristiano como Carlos Jáuregui al frente de la secretaría de Seguridad Pública.
A fin de cuentas, no saberle fue una ventaja, porque luego de los errores iniciales, optó por ceder el mando a quien sí le sabe y dejarlo trabajar.
El general Javier del Real fue el mejor regalo que nos pudo enviar Felipe Calderón… él sí le sabe… él sí se entiende con la gente de la Cuarta Región… de la Séptima Zona… de La Marina y de la Federal Preventiva.
Negar los resultados que se han logrado en materia de seguridad pública es ocioso… es torpe… y un poquito criminal.
Es cierto, Rodrigo no le sabe… pero puso a alguien que sí le sabe, ese es el mérito.
Gracias a que ya no metió la mano, la situación se arregló…
Lo mismo, creo, ocurre en materia de inversión en obra pública…
Rodrigo, que no es ingeniero y los temas de resistencia de suelos, y desarrollo urbano, le son tan ajenos y desconocidos, como una brecha de Doctor Arroyo.
Pero allí tiene gente que le sabe, y tampoco podemos negar que con un chorro de recurso federal, este sexenio es uno de los que más obra pública ha generado, con Luis Marroquín al frente.
Pero hay dos temas en los que tampoco parece saberle…
No le sabe al mando político…
Por eso se le complica el tema de los evangélicos que exigieron el rechazo a una reforma…
Por no saberle a la política optan por el madruguete… y luego del madruguete, se ven fatales cercando el Congreso con policías para contener a ciudadanos molestos.
Es lamentable… hasta pena da.
Tampoco le sabe al tema financiero… los números no son lo suyo.
Las finanzas de Nuevo León son un galimatías… hay la impresión de un saqueo espantoso, de un desorden que no tiene remedio.
Ni en materia política, ni en materia financiera, Rodrigo ha encontrado alguien que le sepa…
Alguien a quien le pueda encargar el changarro para que lo ponga a jalar para obtener resultados positivos.
Más grave es lo financiero, porque complica terrible lo político.
Estamos pues, a medio camino de la gubernatura, con una administración con buenos resultados solamente a medias…
Medio bien, medio mal…