Oziel Salinas H.
Lo que está sucediendo en el PAN es una muestra fehaciente de su ineficacia en poner orden entre sus dirigentes o personajes más representativos.
Estamos ciertos en que el Presidente Calderón nunca pudo formar un equipo que considerara a su persona como líder; lo vimos cuando se cansó de colocar en la Presidencia del CEN a personas ligadas a él, pero bisoños, que no pudieron nunca interpretarlo, precisamente porque la novatez no puede enseñorearse en la cúspide de un Partido político.
Eso se paga y muy caro; bástenos recordar los tiempos en que se notaba que estaban en completa desinformación en los diferentes estamentos de poder; de ahí que el Candidato que parecía más cercano a Calderón, Ernesto Cordero, no pudo alcanzar la ansiada nominación de su Partido para ser Candidato a la Presidencia.
Ya había mostrado esa discordancia cuando perdió en las elecciones intermedias del 2003, 2006 cuando el PRI los avasalló completamente, los rebasó por todos lados, y no se diga en las elecciones recientes cuando su poder político se fue hasta el tercer lugar en preferencias electorales.
Perdió ahora las gubernaturas de Morelos y Jalisco, donde triunfó el PRD y el PRI respectivamente.
Calderón está comprometido ahora en promocionar su persona, diciéndonos a diario, al tiempo que descorre cortinas o corta listones de lo que sea con la finalidad de auto elogiarse; lo hace en forma difusa, insensible y discordante ante burócratas convocados para servir de claques.
Ya el asunto del Partido lo ha dejado para otra ocasión, su misión es otra: salvar para la historia los asuntos, obras o acciones de su Gobierno; siente que el tiempo se le acaba y hace que los días restantes se alarguen para cacarear huevos que dejó de poner a lo largo de su sexenio.
Para colmo; Gustavo Madero, actual “líder” del PAN, se pierde en incoherencias que lastiman a su Partido y lo hacen parecer como simple comparsa de las izquierdas, mostrando su inveterada novatez y su escasa sesera.
¿Habíamos visto antes al PAN recurrir a alianzas con quienes representan ideológicamente lo que más han combatido a lo largo de su historia?
Vimos en los medios cómo concertaba Madero una acción coordinada con las izquierdas, con el único objetivo de decir NO a todo lo que emanara del PRI en las cámaras legislativas respecto a la Reforma Laboral y los asuntos que de ahí emanaran.
La estupidez de Madero se conjugó con la extraña confirmación del Chucho mayor, Zambrano, quien, al término de las sesiones del Congreso se vio desengañado, o “chamaqueado” como se dice en el argot político; eso los llevó a ambos a perder. Éste asunto demostró que Madero carece de liderazgo entre diputados y senadores de su Partido; simplemente fue rebasado.
Ahora, Madero se dice “agradecido” por haber votado igual al PRI, cosa que irritó a las siempre irritadas huestes del izquierdismo desubicado y contrito; simplemente, los legisladores del PAN le dieron la espalda al sufrido y displicente líder panista.
De “rajones y traidores” no los bajaron los miembros de las “izquierdas” en el Congreso.
La descoordinación imperante en el PAN es evidente y – al parecer – muestra una ausencia total de los principios ideológicos que le dieron vida allá en el lejano 1938 .
Madero y adláteres olvidan que las administraciones panistas dejan un país hundido en la incertidumbre de una fallida guerra contra el crimen organizado, además de haber fracasado en lo esencial, y haber renacido una burocracia donde la corrupción y la impunidad se enseñorearon.
El fracaso es evidente, como la ausencia de coordinación con lo demás poderes.
Ahora; ya en artículo mortis, Madero trata de usar tácticas maniqueas para vencer al PRI; mostrando ausencia de autocrítica; falta de talento, oficio, directrices e inteligencia política.
¿Con ese bagaje de imposibilidades y vaivenes, nimiedades y discordancias, pretenden ganar otra?
