Aunque en la serie final de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) no se registró ningún caso de dopaje, por desgracia en las dos primeras rondas de la postemporada hubo un total de cinco casos por lo que equipos como los Diablos Rojos del México, Tigres de Quintana Roo y Saraperos de Saltillo se verán perjudicados.
El relevista importado Jesús Colemé, de los Sultanes de Monterrey, el infielder de los Saraperos de Saltillo Issmael Salas, el receptor de los Diablos Rojos del México, Gabriel Gutiérrez, el venezolano jardinero Alex Romero y el joven tercera base Esteban Quiroz arrojaron positivo y se ganaron un castigo de 50 partidos.
En el caso de los extranjeros difícilmente vuelvan a jugar en nuestra pelota, porque sus respectivos equipos tendrán que ponerlos en el roster, pero a la hora de jugar tan sólo tendrían derecho a cuatro refuerzos foráneos, uno menos que el resto de los equipos.
Diablos, Saraperos y Tigres son equipos de playoffs y por esta razón el castigo a sus jugadores abarcará los partidos de postemporada, hasta donde lleguen, tal y como sucedió este caso con Juan Acevedo, quien no vio acción con los Rieleros de Aguascalientes en su pelea por el título al haber arrojado positivo en el 2011.