Oziel Salinas H.
Marcelo Ebrard nos muestra el momento crítico–ideológico que priva en el ambiente de las llamadas “izquierdas”.
Es un verdadero galimatías de expresiones y acciones que unas tribus hacen y otras deshacen.
En esa rara Torre de Babel que son las izquierdas, donde se habla de todo, menos de ideología o de principios a seguir, andan ahora al garete en búsqueda de una definición que tardará en salir.
Marcelo logró ganarles a “los chuchos” en lo que respecta al Candidato a Jefe de Gobierno; no hay duda de eso; Zambrano hubo de apechugar el acontecimiento.
En su candidez pensaba que con ello lograría afianzarse al interior de su PRD (casi en extinción).
Pero la estrella Magna (Andresito) le dio la espalda al momento de sentir la pérdida de la Presidencia de la República; mostró que había usado al PRD sólo para encumbrarse; al no lograrlo, de inmediato arrancó con la formación de su propio Partido alrededor de su movimiento llamado MORENA; ni un día dudó de esa alternativa que apuntalaba bajo su esfera de acción a por lo menos siete millones de mexicanos que son devotos (o fans) a su persona.
Andresito tenía qué cobijarse bajo éste logro (de votos), no exento de éxito personal; así, decide retirarse del PRD, entre más pronto mejor; mandó por un tubo a quienes pensaban que sólo dentro del PRD podría moverse tan ladino elemento, quien usó al Partido y de inmediato optó por dejarlo.
Marcelito, quien en quince años que lleva en la “polaca” ha militado en cuatro partidos y casado con tres esposas. ¿Cómo lo hizo?
No lo sé; pero primero militó en el PRI, del que fue Secretario general del Partido en el D.F..
Más tarde fue Diputado por el Partido Verde; después fundó, junto a Camacho Solís, el Partido del Centro Democrático que duró nada más la víspera, y ahora, tras haberse declarado fuera de la contienda que llevó a Andresito a la Jefatura d Gobierno del D.F. milita – según él – en el PRD.
¿Qué piensan de alguien que muestra tales mudanzas mentales; sería capaz de saber gobernar con atingencia al país? ¿Cuál será su ideología política o su equilibrio emocional?
Ahora, tras considerarse como Candidato de las izquierdas en el 2018, se destapa repentinamente para encabezar el PRD a nivel nacional, exhibiendo su triunfo respecto a la candidatura de Miguel Mancera para el D.F. y con ello tener fuerza suficiente para enfrentarse a las tribus encabezadas por “los chuchos” que ya no ven lo duro, sino lo tupido.
Esas mismas izquierdas que han tenido cinco derrotas consecutivas en su búsqueda de llegar a la Presidencia de la República, a saber: en 1988, 1994 y 2000, encabezadas por el caudillo Cuauhtémoc Cárdenas y las dos de Andresito, en el 2006 y 2012, quien se está preparando para la contienda una vez más (en el 2018), para no variar.
Éste par de caudillos cuyos gobiernos nos hubieran llevado – indudablemente – al autoritarismo que tanto dicen combatir, están siempre en pugna y seguramente así seguirán.
Y Marcelo a la deriva, como siempre; sin saber por y para donde ir; sólo buscando los medios de difusión para promocionarse “para lo que sea”.
Mientras esto sucede; Zambrano entra al juego de la intriga y la confusión, sin definir sus acciones.
Ahora anda en búsqueda de alianza con el PAN (?) en ese bodrio inentendible y confuso, además de opaco, que ha llevado al bisoño Gustavo Madero cantar en la misma tesitura de caos ideológico, aletargado y letal
