Las víctimas de la supertormenta Sandy en la Costa Este de Estados Unidos luchaban contra el frío el domingo por la mañana en medio de escasez de combustible y apagones, mientras a funcionarios les preocupaba ayudar a votantes desplazados por la tormenta a acudir a las urnas para la elección presidencial del martes.
Durante la noche, la zona noreste de Estados Unidos registró temperaturas muy bajas. Al menos otras dos víctimas fatales fueron encontradas en Nueva Jersey, una de ellas muerta por hipotermia, con lo que la cifra total de fallecidos tras una de las peores tormentas en la historia de Estados Unidos subió a por lo menos 112.
Los suministros de combustible seguían viajando hacia las zonas más perjudicadas y la energía eléctrica volvía lentamente a oscurecidos barrios después de que la tormenta golpeó la costa el lunes pasado.
El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, advirtió que la ciudad podría tardar días en recuperar el suministro normal de luz y hasta poner fin a la escasez de gasolina.
El viernes, Bloomberg canceló abruptamente la maratón de la ciudad, fijada para el domingo, cediendo ante críticas de que el evento desviaría recursos desde áreas devastadas por inundaciones.
Cientos de corredores planificaron corridas informales para entregar alimentos y comida al barrio de Staten Island y otros.
Más de mil personas, muchos que habían planeado participar en la carrera, abordaron dos botes de transporte a Staten Island el domingo por la mañana, premunidos con suministros de ayuda como comida y bolsas plásticas, para ayudar a residentes a almacenar sus pertenencias desde sus casas dañadas o destruidas.
El Central Park de Nueva York también estaba repleto de corredores cerca de lo que habría sido la línea de meta de la maratón, muchos de ellos temblando de frío. Un grupo llamado run4allcauses estaba recogiendo donaciones para víctimas de Sandy.
La luz volvió a iluminar el bajo Manhattan por primera vez en casi una semana y permitió que el 80 por ciento de la red de metro de la ciudad volviera a funcionar. Pero unos dos millones 500 mil hogares y negocios seguían sin energía eléctrica en el noreste, frente a los tres millones 500 mil, del viernes.
La temperatura cayó a 4 grados Celsius el domingo por la mañana en Nueva York y para el lunes se pronosticaban temperaturas bajo cero. Se esperaba que otra tormenta en el noreste golpeara las costas de Nueva Inglaterra esta semana con fuertes vientos y lluvias.
Bloomberg urgió a aquellos sin luz ni calefacción que vayan a refugios, donde podrían mantenerse abrigados y recibir alimentos.