El huracán Sandy se dirigía el lunes hacia las ciudades más importantes de la costa oriental estadounidense, lo que obligó a cancelar el transporte público, las escuelas y mercados financieros, además de obligar a la evacuación de miles de personas afincadas en zonas bajas.
Sandy cobró fuerza antes del amanecer y siguió el curso pronosticado hacia Washington, Baltimore, Filadelfia y Nueva York en ruta a una colisión con otros dos frentes tormentosos con el potencial de crear condiciones caóticas en unos 1.300 kilómetros desde la costa oriental estadounidense hasta los Grandes Lagos. Además, fueron pronosticadas nevadas de hasta 60 en las zonas montañosas de Virginia Occidental, indicó AP.
«Se trata del peor escenario», dijo Louis Uccellini, director de protección al medio ambiente de Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
Muchos empleados se quedaron el lunes en sus casas ante el cierre del tren subterráneo, los autobuses y los trenes en toda la región debido a la posibilidad de inundaciones. Igualmente fueron cerrados los aeropuertos, con más de 7.000 vuelos cancelados, y las autoridades advirtieron a la población que se está acabando el tiempo para evacuar las zonas bajas. Las empresas de servicios públicos trajeron equipos de ayuda de otros estados, en anticipación a la ocurrencia de apagones generalizados.
El centro de la tormenta llegará a tierra el lunes por la noche en Nueva Jersey, indicio de que los peores daños podrían ocurrir en la parte norteña del estado, en la ciudad de Nueva York y en Long Island. La plenamar causada por la luna llena amplió la amenaza que encara la zona metropolitana y sus 20 millones de habitantes.
Los canales que rodean la bahía de Great South Bay en Long Island estaban a tope dos horas antes de la plenamar, y en la ciudad de Lindenhurst, en Nueva York, el agua cubría algunas calles con más de 30 centímetros al despuntar la mañana.