Barack Obama no está dispuesto a que le vuelvan a tildar de endeble en un enfrentamiento cara a cara con su adversario en las Presidenciales del próximo 6 de noviembre. Y así lo demostró la noche del pasado lunes, en el último debate de campaña, centrado en política exterior, en el que no dejó la oportunidad para desacreditar a un Mitt Romney que eludió responder a los continuos ataques de su rival.
Durante los 90 minutos del duelo en Boca Ratón, Florida, el demócrata usó todos los recursos a su disposición para tratar de dejar clara su valía como «comandante en jefe» frente a un contrincante que carece de experiencia en la materia: desde acusarle de promover políticas «temerarias» y enviar «mensajes mixtos a aliados y tropas, a burlarse abiertamente de críticas del republicano por su intención de recortar el presupuesto militar.
«Usted mencionó la Marina y que tenemos menos barcos que en 1916. Bueno, también tenemos menos caballos y bayonetas, porque la naturaleza de nuestro Ejército ha cambiado. Tenemos esas cosas llamadas portaaviones y esas naves que van bajo el agua, submarinos nucleares», ironizó.
Irán, como una de las principales amenazas a la seguridad nacional, el desarrollo de la Primavera Árabe y países específicos como Libia o Siria, donde continúa el conflicto, ocuparon buena parte de la hora y media de debate.
Hubo también espacio para hablar de China, a la que Obama definió como «adversario, pero también un potencial socio» y para saltar a la política doméstica cada vez que tuvieron ocasión.
Por el contrario, pese a que Europa es uno de los principales aliados de EEUU, el Viejo Continente estuvo ausente -salvo una alusión a Grecia como ejemplo a no seguir-. Lo mismo sucedió con América Latina, que tampoco logró más que una mención de pasada.
Sentados el uno frente al otro, con un moderador de por medio, el demócrata fue mucho más agresivo, insistiendo en su calidad de «comandante en jefe» frente a la «inexperiencia» de su rival. El candidato republicano, por su parte, atacó a su adversario por lo que consideró una «pérdida de liderazgo» estadounidense, algo que, sostuvo, se ha visto confirmado con la forma en que está evolucionando la situación en Oriente Próximo.
BAILE DE CIFRAS
Inmediatamente después del duelo, la CNN ofreció los resultados de su encuesta. El presidente había ganado la última contienda con un 48 por ciento, frente al 40 por ciento que otorgaba a Romney.
Más abultada fue la diferencia que otorgó la CBS, que concedió a Obama un triunfo con un 59 por ciento, mientras que al conservador le dio un 23 por ciento.