El Barcelona hizo un seguimiento personalizado con sus cámaras del estadio a Pepe durante la ‘Tormenta de Clásicos’ que Real Madrid y Barcelona disputaron hace dos temporadas, todos ellos conflictivos, con el objeto de ‘cazarle’ en acciones poco deportivas cuando el balón no estaba en su zona de influencia y los objetivos apuntaban hacia otras partes del campo y todo ello con la intención de desprestigiarle. Así lo reveló ayer el programa ‘El club de la mitjanit’, de Catalunya Radio.
En esa filmación está el origen de las declaraciones de Tito Vilanova tras el Clásico del pasado 7 de octubre, cuando a una pregunta sobre las acusaciones de «teatrero» que lanzó Pepe sobre Iniesta, dijo el técnico azulgrana: «De Pepe se podría poner un vídeo con todas sus patadas». El vídeo al que se refería ya existía en los archivos del club.
Vilanova conoce bien su existencia porque fueron los ‘scouters’ del club quienes lo grabaron, lógicamente con la aprobación suya y la del entonces primer entrenador, Pep Guardiola. En las imágenes, y siempre según la versión de Catalunya Radio, se apreciarían agresiones de Pepe a Messi sin el balón en juego. Esos scouters se apercibieron del mal comportamiento de Pepe en un choque y decidieron grabarle en todos los demás.
El Barça, por consejo de los técnicos, decidió finalmente no filtrar las imágenes espía, fundamentalmente porque se hubiera descubierto que su procedencia era el propio club azulgrana.
Guardiola ordenaba grabar todos los partidos del Barça. Lo hacía una terna de ojeadores de plena confianza del técnico, formado por Carles Planchart, Domènech Torrent y Jordi Roura (ahora mano derecha de Vilanova como segundo entrenador). Filmaban y luego filtraban las imágenes más interesantes editadas en un DVD.
Conforme los Clásicos se iban encrespando, los scouters refrendaron en imágenes el juego duro del madridista Pepe. Así, cuando analizaban la estrategia defensiva del Madrid, se dieron cuenta de la contundencia del madridista, por lo que decidieron grabar planos en los que el balón no estaba en juego. Era la manera de demostrar que el central castigaba a Messi cuando no estaba en el foco de las cámaras. Esta información se les entregaba a los jugadores azulgranas.
Según la información de Catalunya Radio se desvela que los responsables técnicos del Barcelona decidieron no filtrar ese documento a los medios ni aprovecharlo para hacer más ruido. Prefirieron quedárselo, guardarlo bajo llave para seguir centrando el debate en lo futbolístico; el terreno preferido del Barça de Guardiola.
Irritados.
La plantilla azulgrana no ha digerido las actuaciones de Pepe en aquellos partidos y, tras el último Clásico en el Camp Nou, montó en cólera al escuchar a Pepe calificarlos como «teatreros». Llovía sobre mojado. Desde Xavi («esas declaraciones están fuera de sitio»), pasando por Iniesta («no creo que sea un teatrero ni yo ni mis compañeros») o Jordi Alba («cuando vamos al suelo es porque nos pegan») se han referido a la última polémica. Queda la sensación de que se hayan reabierto heridas derivadas de la ‘Tormenta de Clásicos’.