Por: Omar Elí Robles
En cualquier país civilizado…
En cualquier partido que busque el poder…
En otro lado… con otros dirigentes… tres mujeres debieran hoy ser el estandarte, pero en vez de ello, este PAN misógino, las usa como trapo para limpiar mugre en la cocina.
Brenda Velázquez no solamente ganó y le bailaron su diputación federal…
Brenda obtuvo más de 70 mil votos, que son una bestialidad si pensamos que se trata de un distrito mayormente ubicado en Escobedo.
¡Setenta mil votos!… justo lo que se necesitaba para reponer los 30 mil que Fernando Larrazábal hizo perder al PAN, allá en el Distrito Diez.
Con eso bastaría para que Brenda fuese tomada en cuenta para un cargo de primer nivel… proyectarla para que gane la Alcaldía en Escobedo.
En vez de ello la esconden… no le brindan espacio y resultará que ese rotundo éxito se va a diluir…
OTRO CASO…
Josefina Villarreal es una mujer, profesionista en el área del Derecho… pensadora y con gran carisma.
¡Un auténtico volcán político!… ¿Y de qué le sirvió ser entre diputadas y diputados de todos los partidos, alguien muy destacable?
¡De nada!, porque su jefe político decidió marginarla precisamente por eso… porque piensa, y eso está prohibido.
Hoy Josefina debería ser un proyecto serio para la Alcaldía de San Nicolás… en vez de ello, tendrá que buscar otros horizontes para mantener la vena política.
Y JOVITA
Jovita Morín es una mujer bombero que apaga los fuegos panistas en donde se presentan.
Le dan tareas ingratas… difíciles… y a veces inexplicables.
Siempre cumple… siempre sin preguntar.
Ello le debió servir para meterla en alguna boleta… pero no, simplemente la enviaron a la banca.
Curiosamente las tres son guapísimas… inteligentes… sensibles… ¡Y panistas!
Y en este panismo actual, se explica perfectamente que las tengan marginadas.
Pierden ellas… pierde Nuevo León.