Por: Luis Alonso Hernández
En el Municipio de Monterrey, Fernando Larrazábal heredó a su equipo esa seguridad de jurisconsultos…
Amparándose en consejos legales del hoy diputado federal, los regidores y síndicos leales, autorizaron la ilegal licencia al Alcalde… y luego se negaron a ordenarle regresar…
Finalmente, ante la terminante orden del Poder Judicial, optaron por invitar a Larrazábal Bretón a regresar, en vez de ordernárselo.
A punto de ir a la cárcel, y con un amparo en la bolsa, ahora decidieron por instrucción del propio Larrazábal, según comentaría en corto el propio Jaime Bazaldúa, encargado del despacho, interponer una queja en contra de los magistrados del Tribunal Colegiado, por instruir acciones en su contra por el desacato.
Es decir, los magistrados tienen la culpa de que ellos hayan fingido y evadido cumplir con la orden del Poder Judicial.
El regidor “incómodo”, Luis Farías, del Partido Cruzada Ciudadana, les advierte que de nada les servirá esa artimaña, excepto para darle tiempo a Larrazábal.
“Porque a ustedes que siguen votando a favor de estas atrocidades legales, la autoridad los va a perseguir, puede hacerlo, cuando ya no sean regidores… entonces a ver si Larrazábal va a defenderlos”, les advierte.
Nuevamente, el secretario del Ayuntamiento, y abogado bancario antes de llegar al Municipio, Juan José Bujáidar, se erige como un experto en temas del Derecho Electoral, y dice que no hay problema.
Los panistas, votan a favor…