El encuentro “Nuevos Cronistas de Indias 2. Un mundo de historias por descubrir”, inaugurado hoy en Ciudad de México, tratará de abrir nuevas rutas en el periodismo cultural con la intervención de maestros del periodismo narrativo iberoamericano como Juan Villoro, Martín Caparrós o Joh Lee Anderson.
“Para la mirada de los cronistas, América Latina sigue siendo un nuevo mundo que cada día se descubre”, afirmó la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), Consuelo Sáizar, durante una concurrida ceremonia de inauguración.
Organizado en colaboración con la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), el encuentro promoverá en los próximos días un “diálogo que enriquece al que escucha y al que habla” y en el que se profundizará en un género que “conecta la memoria con el futuro”, agregó la funcionaria.
Por su parte, el director general de la FNPI, Jaime Abelló, adelantó que durante las sesiones se “revisarán muchos aspectos de este periodismo narrativo que se hace con grandes ambiciones creativas, de autor y de ciudadanía, y que ayuda a entender un continente complejo que vive situaciones complejas”.
Con el objetivo de fomentar un periodismo narrativo de mayor calidad en Iberoamérica, el encuentro, el segundo de sus características que se celebra en la región después de una primera edición celebrada en 2008 en Bogotá (Colombia), incluirá sendos homenaje a los escritores Carlos Monsiváis y Gabriel García Márquez.
Durante la primera ponencia, titulada “El viaje de la crónica latinoamericana- del relato de lo exótico a la inmersión en las ciudades”, el escritor y periodista argentino Martín Caparrós aseveró que el género sufre de un “éxito de estima” en el que su buena consideración contrasta con la dificultad de publicarse.
“Es más fácil que te encarguen un texto de dos mil palabras sobre el auge de la crónica a que encarguen una crónica de mil palabras”, relató al recordar durante su intervención una anécdota reciente.
Además de la labor del FNPI de difundir y defender la importancia de la crónica, consideró que la aparición de un nuevo lenguaje más creativo y la necesidad de estar informado han contribuido a relanzar este género por encima de los textos de ficción.
Caparrós, quien admitió resistirse al uso del término “crónica de viajes”, porque en esos casos el viaje debe ser “un accidente y lo que hay que hacer son historias”, alertó de que los retos tradicionales siguen vigentes y la temática debe centrar las reflexiones para saber “sobre qué quieren escribir” los cronistas.
“Una vez más no sabemos si estamos hablando de periodismo o literatura y es un síntoma elocuente que se nos mezcle”, afirmó el autor de crónicas como “La guerra moderna” o “El Interior”.
El también periodista y escritor Santiago Gamboa, desde una perspectiva totalmente opuesta, indicó que para él la crónica de viajes sí tiene que ver con una “idea personal” en la que el narrador se enfrenta con una nueva realidad y de ahí nace el texto.
“El escrito que se produce es el resultado de ese choque entre dos mundos, entre la persona y las conversaciones a las que accede, surge un cambio en el espíritu, y el libro es el resultado de esa modificación”, argumentó.