Por: Omar Elí Robles
Qué grande es Nuevo León… en serio.
Este bendito Estado no necesita políticos, ni gobernantes.
Tenemos a los peor posibles en varios Municipios… en varias áreas de Gobierno… en las delegaciones federales.
Los grupos de poder se empeñaron en dejar lo que les convenía… pero no lo que convenía al ciudadano.
Monterrey con Jaime Bazaldúa es una broma de mal gusto… ¿En qué universo bizarro un tipo como Bazaldúa puede soñar con ser Alcalde en la segunda ciudad más importante de México?
No es mala persona… es mal Alcalde, nomás.
En Guadalupe, ¿Usted sabe quién es su Alcalde?… no, más del 64 por ciento de los ciudadanos desconoce que tiene un Alcalde que se llama Carlos Rodríguez.
Que tampoco es mala persona, pero insisto… a esto de gobernar no le sabe, ni le puede.
En Santa Catarina, Gabriel Navarro es lo peor de lo peor que he visto gobernar a ese pobre municipio…
El PRI y el PAN se han empeñado en mandar lo peor desde Irma Adriana Garza… luego el Nicho… luego Gabriel… ¿Se puede pensar en algo peor?
Más vale que Víctor Pérez rompa esa inercia.
En San Nicolás pasamos tres años y todavía no vemos al Alcalde en las colonias… ¿Qué fue?, no sé.
La basura pasó… las plazas están entre azul y buenas noches… la basura en las avenidas está más intensa de lo que estábamos acostumbrados…
Sacan la cara un San Pedro que con el Ave de las Tempestades en que se ha convertido Mauricio, permanece con una excelente imagen de ser diferente y seguro…
Apodaca en donde Eliud Elizondo da clases de cómo se logra destacar como Alcalde Sustituto… hacer nombre… sin volverse loco y romper lo que le dejan.
Y Escobedo, que pudiera estar peor, con la gran amenaza con hacer agua en el lado financiero… Clara Luz sufre los días previos a su salida, las cuentas ya no salen, pero por fortuna está ella en el mando.
Con tanta desgobernabilidad municipal… ¿Cómo es posible que Nuevo León siga fluyendo?
Es que somos un Estado diferente…
Y no le agregue todavía los apuros financieros del Gobierno del Estado… la maltrecha imagen de la administración…
Se pondría a llorar…
Pero no lo hará por una razón: Estamos en Nuevo León.
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