Por Óscar Tamez Rodríguez:
Lo comentamos cuando el presidente presentó su propuesta de reforma laboral al legislativo: se veía como estrategia de estadista. La semana pasada terminó con marchas en la ciudad de México en repudio a la propuesta presidencial. Hoy el PRD habla de la urgencia de mantener la unidad del perredismo frente a la creciente posibilidad de que se fracturen las izquierdas y concretamente los perredistas en San Lázaro. Como dicen en el billar: tiro bien dado siempre cae en la buchaca. De lo electoral, muertos en la guerra y otros asuntos ni se habla.