Por Oziel Salinas:
Eso es lo que va dejando tras de sí, el paso de éste gran dilapidador de instituciones llamado Andrés Manuel. Tiene seguidores que lo ven como un mesías redentor que, de llegar al poder, llevaría a la salvación eterna al pueblo mexicano.
Lleva seis años viviendo del presupuesto, de los dineros del pueblo, porque las organizaciones por él fundadas, se nutren de fondos públicos.
Pero sus fanáticos no ven esto; dedicados a sentir ese gran amor por quien se dedica a dar sermones en plazas públicas, tratando de reafirmar sus lazos entre las masas.
De ese camino no se desvían nunca; todo lo que éste líder representa es de carácter divino; no está asentado en algo que pudiésemos debatir o refutar; es la verdad bíblica, y la siguen, fervorosos quienes tienen – como religión – a su Salvador. Leí un escrito (sin saber a quién pertenecía), que demuestra mi aserto al catalogar a ciertos seguidores de AMLO como fanáticos.
Confunde éste (a) señor (a) la formalidad con que se llevó a cabo la Declaración de Presidente Electo de la República al Lic. Peña Nieto; confunde la extrema seriedad del acto, con una SUMISIÖN de los magistrados; lo que me lleva a reflexionar que el fanatismo no ve fronteras entre lo que es seriedad y lo que significa sometimiento.
A continuación da rienda suelta a su despecho por la institución (TRIFE) al declarar que es muestra de lambisconería; asegura – cual psicólogo social – los efusivos saludos “a doble mano” y “miradas seductoras” de los ministros, cuando el Presidente Electo pasaba a sus estrados a saludar a quienes calificaron las elecciones presidenciales.
Observó también “labios húmedos y ardientes”, dando a su escrito un toque de romanticismo que no tiene desperdicio, pasando a hacer chunga, al compararlos con “Mantequilla, El Chicote y Borolas” (?) Al Ministro Presidente del TRIFE Alejandro Luna Ramos lo compara a “Juanito”, ese personaje que creó precisamente su redentor en un mitin en Iztapalapa; quien posteriormente se convirtió en el hazme reír de los políticos mexicanos.
Vio la “arrogancia mostrada por los magistrados al declarar su UNANIMIDAD en la revisión del proceso y el rechazo de TODAS las pruebas mostradas por el Movimiento Ciudadano.
Y prosigue a adivinar el pensamiento de los actores; indica: “Lo que quiso decir Luna Ramos es; señor, como lo prometimos, cumplimos; ¿le pareció bien el trabajo JEFE? nos pareció un proceso libre y limpio, además jejeje auténtico; esperamos pronto echarnos una comidita” (¡SIC!)
Muestra su joya literaria al decirnos que se aprestan a “besar el culo” a Peña Nieto, asegurándonos que “todo estaba planeado entre Calderón y el PRI” (¡SIC!)
Termina asegurándonos que “Luna Ramos tiene prometido un asiento en el Suprema Corte por su excelente trabajo”.
Cuánta palabrería para mostrar su despecho ante la nueva pérdida de la elección de AMLO; olvida que los magistrados fueron NOMBRADOS por TODOS los partidos políticos del Congreso, entre los cuáles, quizá se encuentra el suyo; pero el fanatismo es CIEGO.
¿Se imagina lo que ganan éstos magistrados tildados de “lameculos”? Casi tres millones de pesos al año. ¿Qué necesidad tienen de ganar premios subsecuentes ante su supuesta obsecuencia, que nuestro anónimo literato califica como “besaculos”?